martes, 11 de diciembre de 2012

Mejores canciones internacionales de 2012

Pues como quiera que no estaría mal darle un poco de vida a este miserable blog para el año que viene, si es que existe tal cosa (año que viene, me refiero), he pensado que estaría bien hacer un poquito de LISTOMANÍA 2012.





Repasemos entonces las 40 mejores canciones (internacionales) del año para quien esto firma. 40 canciones como 40 soles, como 40 ladrones, como 40 principales, tú y yo lo sabíamos...

Y lo haremos, claro, del 40 al 1.

40. LIARS. No1 Against The Rush
39. MADONNA. I Fucked Up
38. JAI PAUL. Jasmine
37. GRIZZLY BEAR. Yet Again
36. FRANK OCEAN. Pyramids
35. PURITY RING. Obedear
34. LANA DEL REY. Ride
33. SUMMER CAMP. Life

32. THE XX. Chained
31. JACK WHITE. Sixteen Saltines
30. MIGUEL. Adorn
29. MELODY'S ECHO CHAMBER. I Follow You
28. FRANKIE ROSE. Know Me
27. BEACH HOUSE. Myth
26. KINDNESS. Swingin' Party
25. BLUE HAWAII. In Two
24. CHROMATICS. Back From the Grave
23. LETTING UP DESPITE GREAT FAULTS. Bulletproof Girl
22. CAT POWER. Cherokee (Nicolas Jaar Remix)
21. ALUNAGEORGE. Your Drums, Your Love

20. GRIMES. Genesis
19. BAT FOR LASHES. Laura
18. SAINT ETIENNE. I've Got Your Music
17. ANGEL HAZE. New York
16. DESIRE. Tears From Heaven
15. SOLANGE. Losing You
14. BLOOD DIAMONDS feat. GRIMES. Phone Sex
13. BIG BOI feat. KELLY ROWLAND. Mama Told Me
12. HAMMONDS, HARRINGTON & DESTROY. Oh, Children Sing Apocalypse
11. SLEIGH BELLS. Comeback Kid

10. JESSIE WARE. Wildest Moments
9. TWIN SHADOW. Five Seconds
8. MATTHEW DEAR. Her Fantasy
7. HAIM. Forever (Lindstrom & Prins Thomas Remix)
6. HOT CHIP. Motion Sickness
5. GRIMES. Oblivion

4. NITE JEWEL. One Second Of Love

3. DAUGHN GIBSON. Tiffany Lou

2. CHAIRLIFT. I Belong In Your Arms

1. SKY FERREIRA. Everything Is Embarrasing


Como ven, todo temarrales temazos. Una pena que se queden fuera cancionacas igualmente merecedoras de formar parte de esta selectísima colección, como "Fall 4 U" de Chad Valley, "Oldie" de Odd Future, "Climax" de Usher o la mismísima Carly Rae Jepsen con "Call Me Maybe".


Por supuesto, viene con lista de Spotify para el disfrute del personal. 

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Lo que pienso de "Nocturne" de Wild Nothing


Por lo que a mi respecta, el evento musical más esperado de este tardo-verano climatológicamente despiadado era el regreso de Wild Nothing. Su primer álbum, “Gemini” (2010), que pasó sin hacer excesivo ruido en los medios patrios, resultó uno de los mejores discos para el abajo firmante aquel año (y sin duda la portada más preciosa que recuerdo en, no sé, lustros). Aquel compendio de guitarras cristalinas, espíritu lo-fi y unas voces tan frágiles que parecían al borde del colapso (recuerden esa coda de “Live in dreams”, donde las últimas líneas parecen ahogarse enmarañadas entre sus propias sílabas) no pasaba fácilmente desapercibido para la gente de bien.

Stop. Paréntesis. Pongámonos en antecedentes. Wild Nothing es el proyecto, digamos que inicialmente unipersonal, del jovencísimo Jack Tatum, que pone en marcha en 2009 desde su apartamento de estudiante en la universidad de Virginia Tech. Ahí graba, justo antes de graduarse, todos los instrumentos y voces de su LP de debut, el ya mencionado “Gemini”. Tras el reconocimiento progresivo de su música en diferentes medios, acaba reuniendo a unos amigos para formar la banda que trasladaría sus canciones al directo. El resto, tirando de topicazos, es historia.

OK. Hasta aquí lo poco que saben es que me encantó “Gemini” (lo iré dejando caer algunas veces más, si me lo permiten). Pero por mucho que cueste aceptarlo, estamos en 2012. Entonces ¿qué nos trae este “Nocturne” (2012)? Pues bastantes sorpresas, y la primera, en la frente. “Shadow”, el tema que adelantaron hace unos meses, abre el disco con una sección rítmica trotona, una francamente insospechada sección de cuerdas e influencias bastante notorias de The Pains of Being Pure at Heart; lo cual, amigos, SIEMPRE está bien. Y de ello extraemos que si hasta ahora “Summer holiday” era seguramente lo más pop que habían entregado Wild Nothing, “Shadow” la desbanca con creces. Pero es que el resto del álbum sigue una senda parecida.

En “Midnight song”, “Nocturne” (una de mis favoritas, melódicamente inmaculada, ¡gran temón!) y “Paradise” se mezclan guitarras que evocan a “Gemini” con ecos de synth pop al modo de, mismamente, Twin Shadow. De hecho, casi todo el disco está impregnado de una fuerte atmósfera 80s (a veces The Cure, otras Echo & The Bunnymen, incluso Fleetwood Mac), algo que no era TAN evidente en su primer LP, pero que quizás nace de la propia idiosincrasia de Tatum. No en vano, es conocida la versión de “Cloudbusting” de Kate Bush que Wild Nothing publicó en los albores de su andadura artística.


“This chain won’t break” y “Only Heather”, junto con la mencionada “Shadow”, completan la faceta más resplandecientemente pop del disco. De hecho, “Only Heather” (que a ratos recuerda a un “It’s real” de Real Estate -con ese trote desenfadado y ese riff que marca el camino de todo el tema- pasado por un tamiz shoegaze) es una metáfora bastante apropiada de lo que supone este “Nocturne”; así, donde ayer teníamos “We’ve got eyes in the back of our heads” (volvemos de nuevo a “Live in dreams”) hoy Tatum nos repite “Only Heather / Can make me feel this way”. Esto es: un poco menos dream, un poco más pop.

Entonces, ¿se han vulgarizado Wild Nothing? No necesariamente, pero quizás “Nocturne” carece de la carga poética que encontrábamos en esa joya impresionista que era el inapelable “Gemini”. Y aun así, para hacernos dudar hasta de esto, cuelan al final esa mayúscula epopeya pop que es “Rheya”, probablemente el mayor logro lírico del disco, un cierre apabullante a “Nocturne” que hasta el Robert Smith más inspirado se hubiera atrevido a firmar.

Se trata en definitiva de un disco disfrutabilísimo, que quizás sirva para ganar adeptos y ampliar audiencias, pero que adolece una cierta pérdida del calado emocional que chorreaba de “Gemini”. Aun así, desde esta bendita casa estamos bastante seguros que la hipsteria más melancólica, esa horda de bigotudos tristones que sueña con merendar cada tarde un batido de white russian en Momofuku Milk Bar, acabará gastando los surcos de “Nocturne”. 

Pueden leer la review original con su puntuación correspondiente publicada en Fantastic Plastic Magazine.

lunes, 20 de agosto de 2012

Breve reflexión a propósito de Yayoi Kusama

Yayoi Kusama es una artista japonesa cuya obra queda enmarcada preferentemente en la década de los 50-60, que ha trabajado de forma notable durante su carrera bajo las influencias del expresionismo, el minimalismo y el pop art.
La exposición que presentó el Museo Centro de Arte Reina Sofía en Madrid fue un must en toda regla.














Tubérculos fálicos, topos, pequeños trazos obsesivos repetidos ad infinitum, instalaciones y collages que beben muy directamente del contexto temporo-espacial donde nacen (la era hippie en NYC) adornaron esta diría que maravillosa exposición.


Entrevista a Frances Morris: Yayoi Kusama from Museo Reina Sofía on Vimeo.

Tuvieron todo el verano de 2011 para verla. Luego se fue a París; luego Londres. Y ahora, si se apuran, podrán verla en NYC



Yayoi Kusama reside actualmente en un hospital psiquiátrico en Tokio. Y una de las mejores canciones de Superchunk está dedicada a ella.